Los cables de alta tensión para la construcción son críticos para transmitir potencia eléctrica sustancial a larga distancia en proyectos de infraestructura a gran escala. Diseñados para manejar voltajes que van desde 1 kV hasta 33 kV o más, estos cables cuentan con una construcción robusta y capas gruesas de aislamiento, como el polietileno reticulado (XLPE), para resistir altos esfuerzos eléctricos. El blindaje con cinta de acero o aluminio proporciona protección mecánica contra peligros en el lugar de construcción, como excavación, aplastamiento o daño por roedores. Los cables de alta tensión suelen incluir una capa semiconductora para prevenir descargas parciales y asegurar una distribución uniforme del voltaje. Se utilizan en plantas eléctricas, subestaciones y redes urbanas, donde la transmisión confiable de energía es esencial para maquinaria de construcción y instalaciones temporales. Estos cables deben cumplir con estrictos estándares industriales, como IEC 60502, y se someten a pruebas de resistencia dieléctrica, resistencia a la temperatura y envejecimiento a largo plazo para garantizar seguridad y rendimiento durante todo el ciclo de vida del proyecto de construcción.