Los cables eléctricos se utilizan para transferir energía eléctrica para su uso en una variedad de aplicaciones. Incluyen la instalación eléctrica residencial para iluminación y alimentación, la instalación eléctrica comercial para edificios de oficinas y la instalación industrial para máquinas y equipos. Los cables eléctricos están diseñados para resistir diferentes condiciones ambientales, desde extremos de temperatura hasta la exposición al sol y voltajes variables. Las características de los cables eléctricos aseguran que satisfagan adecuadamente las necesidades variadas de las industrias para promover la seguridad y mejorar la productividad.